viernes, 25 de mayo de 2007

Río de cemento

Río de cemento

Creo haber caminado ya
La totalidad de las aceras
Que son frontera de esta calle
Que parece llegar a las estrellas
Cuando coinciden en ella
Una colina, la luna y cierta constelación


Creo haberlas caminado ambas
Varias veces, de ida y vuelta.
Lo confieso no sin cierto estupor


Esta calle serpentea, repta quieta
La distancia que hay
Entre las rurales afueras
Donde campestremente
Se inicia la cosmopolita capital,
Y una cañería que acrecienta el mar
Con las aguas servidas de un restaurante
Donde venden ostras frescas de verdad


He visto a esta sierpe picar veloz,
Esperar paciente,
Tragarse edificios enteros.
Equiparse de semáforos, ambulancias,
Cámaras y controladoras de tráfico.
Como máquina poderosa e inocente
La he visto terminar vidas
Eficaz y eficientemente,
Ensañarse con los imprudentes


Algunos la usan como arma
Cleopatra la hubiera preferido
La miseria le empuja
montones de aturdidos


Si no me diera vergüenza
Si el cemento no fraguara
Si la olas y las mareas
pudieran ser de gente
Si el asfalto se pudiera nadar
Me declararía descubridor
Del río de la avenida siete



Tomaría posesión de el
En nombre de la reina.
Le pagaría el sueldo
del verdugo real
y el del perrero


Pero de este río solo me pertenece,
Más tenue que estela de la mar,
La caótica línea de mis pasos
Empujados por la necesidad,
La curiosidad, la obligación,
El ocio, el hastío y otros motivos


Cuando vean a un viejo
Vagar indolente por la autopista siete,
Esperar pacientemente una nueva luz verde,
Mirar para ambos lados varias veces,
Cruzarla rápidamente


Pregúntenle por mí,
Puede que sea yo mismo
Y si buscan ostras, conozco un sitio
Donde las venden recién arrancadas
De un tubo inmenso

VABM viernes, 25 de mayo de 2007

miércoles, 23 de mayo de 2007

Por Esas y Esos

Por Esas y Esos


Quienes confrontan la muerte,
La tragedia, el dolor y la miseria
Amando especies completas
Reinos, phyla, países
Y hasta planetas enteros,
Disputándoles especímenes
En efímeras victorias
A la naturaleza y la estupidez

Esos y esas son oro entre la arena
¡Por esa gente brindo ¡

Aquellos a quienes les es propia
La simpatía y el cariño,
La alegría y la belleza.
Y nos las muestran
Donde solo vemos fealdad y tristeza.

Esa gente es acero de otro planeta
Arco iris en el smog

¡Brindo por ellas y ellos ¡

Aquellos a quienes repugna la injusticia
Así les convenga
Y no se cansan
Y buscan al abuso
Para invitarlo a otra pelea

Esos son como piedra de imán
Aflorando en la tierra
¡A su salud ¡

Por esos curiosos metódicos (Estudiosos)
Demoledores de la verdad
Temporalmente establecida
Los dotados con la duda creadora
Que encuentran Peros, Cómos y Porqués
Y nos los enseñan

¡Por esos que son cristal que crece, brindo ¡

Por los que construyen, mantienen y arreglan
Los que disfrutan tanto o más
La siembra que la cosecha
Por los que optimizan
Para que alcance más para más gente

Esos que son esmeralda verde
¡Hasta el fondo amigas y amigos ¡

Por los benditos con humildad
Los inmunes a la maldad y la envidia
Los ajenos a la mezquindad
Los que tienen el don del perdón

Que son piedra de quebrada
Que hace cantar al agua

¡Por esos otra ¡ ¡Hic!

Por los que cantan poemas
Inventan recetas y dietas sabrosas
Escenas irreales
Por los que descubren caretas
Etcétera, Etcétera.

Podría embriagarme por esos y esas
Y mucha gente más que no se rinde
Ni deja rendirse a los demás

¡A su salud, amigas y amigos ¡


Yo barro dócil y cansado
Al que no le rinde el sueldo
Confieso ver diamantes
Solo en mis amores
Sospechosamente todos familia
Proteger y educarlos solo a ellos
Padecer orgullo por ellos
Ser solo comprensivo
Con los defectos míos

¡Brindo por ellos ¡


VABM Miércoles, 23 de Mayo de 2007


jueves, 17 de mayo de 2007

El cuento de la calavera peluda

El cuento de la calavera peluda


Cuando niño
En el cementerio del pueblo
Donde nací hace tiempo
La tapa del osario común
Tenía huecos

Un día me asomé
Por uno de ellos
Y vi la calavera peluda
No me asusté
Pero aún no se me olvida

Impertérrita, íngrima, aún era
Nostálgica de la cortesía
Jugaba loca
Un juego de telas
Y trocitos de madera

No puedo decir que estaba sola
Estaba acompañada
Pero incomprendida
Los muertos no sienten
Pero por ahora podemos imaginar

La vergüenza de la miseria
El pudor de los condenados
El asombro ante tanto desperdicio
De lo que nos es vital
La falsa solidaridad de los derrotados, Etc.

Hay gente que le gusta pensar
Que algo perdura, queda
Que la calavera peluda
Eran los restos dejados por un alma inmortal
Ojala así sea

Quien soy yo
Para tratar semejantes temas
Reservados a mentes excelsas
No puedo asimilar semejante idea
Confortable y bella

Pero tengo mis dudas
Qué pasa si esa fémina
Mandó a dormir temprano a niños
Asustándolos con la leyenda
Que ahora se refiere también a ella

Qué tal si estamos condenados
A vagar por la gastada superficie
De este planeta
Versionado los mismos
Viejos poemas

Himnos al amor
Canciones a la guerra
Pasiones al fuego
Suspiros a la mar
Lágrimas a las nubes
Besos a la tierra

Como náufragos
Reinventando conjuros
Para aplacar la tormenta
Perdidos en el desierto
Buscando rutas en la arena


VABM jueves, 17 de mayo de 2007

miércoles, 16 de mayo de 2007

Ante los escalones del río sagrado

Ante los escalones del río sagrado


Este sol es el mismo
Que se ve en todos lados
Pero este es el río sagrado
Aquí el humo de los ritos funerarios
Lo hace más naranja, más lejano

La inmundicia llega al vertedero del mundo
Desciende unas piedras
Se lava, se rinde, sin despedirse
Se hunde en el fango sagrado
Con un horror cansado

Estoy en la parte más ancha
Del río por el que alguna vez
Ha corrido el agua de todos los demás
La sal de las cenizas
Tiene aquí una marina esperanza vana

Aquí también hay peces,
Curiosos rondando,
Los zamuros son blancos y flacos
Algunos encuentran joyas
En las cenizas de los muertos descuidados

Si existe el cielo
Solo las almas purificadas
Por este fuego, lo merecen
Si hay infierno
Este es el portal más apropiado

Los peces, los zamuros blancos y yo
Tratamos de no estorbarnos
Todos buscamos algo
Creemos no pertenecer al lugar
Pero no nos vamos


VABM Domingo, 31 de Julio del 2005

El río del pez dorado

El río del pez dorado


La rivera del río del pez dorado
Es de piedras romas como calaveras
En sus aguas los peces vuelan
Se deslizan, planean

Casi con plumas aletean
Los coletazos con que se alejan
De una mirada ávida o molesta.
Las aves casi le son ajenas

Pero además del río y sus peces
Pertenecen al pez dorado
Sus culebras, la espuma,
Las parejas que vienen a el

En procura de descendencia
Y los rapaces de su opulencia
En tylapias, bagres y aves
De sangre espesa

Las aguas del río del pez de oro
Se deben beber con urgencia
Sus peces se pueden comer
Bañarse en el no se recomienda

Pues deja en la piel una esencia
Que atrae al poder, la estupidez,
La avaricia, las mujeres frías
Y a los estudiantes de poesía


VABM 22/02/06