viernes, 28 de marzo de 2008

49

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Tengo ya casi cincuenta
Pero aun me pongo triste
cuando al parque lo cierran

Hay algo triste en el ocaso
Ante la certeza de la noche
Cuando sus espejos de cobre
Entre las sombras, reflejan rayos

Suenan los silbatos
Prometiendo regresos
Llamando al descanso

Los baños no funcionan
Ya no venden helados
En este parque que ha sido o es
Entre otras cosas:
El lugar de mis mejores siestas,
Exclusivo trotadero de millonarios,
Secreto de amantes avezados,
Refugio de la fauna crepuscular,
Laboratorio para experimentos botánicos,
Drenaje de las enfermedades
que la ciudad causa a sus ciudadanos.

Todo se la pasa pasando
Pero la puntualidad del silbato
Nunca nos ha abandonado

Con su vibrar de alas
Regresan en parejas las loras
Un solitario pájaro
Aleteando ráfagas disparejas
Se me aleja con ruta certera
Estoy seguro de que algo lo espera
Los pájaros siempre llegan
A donde sea que vuelan

Yo por el contrario
Mucho me temo
No sé donde queda
Lo que me toca de planeta

Solo sé que me encanta
La luz de nuestra estrella
Rebotando entre las múltiples facetas
De las ventanas, aguas, hojas y ojos
de Caracas y su montaña bella

Hoy vi una belleza pura, perfecta
Sé que somos de distintas siembras
Que lejanos somos y estamos tan cerca
Mismo sitio diferente época
Podría hablar del tiempo y su flecha

Nos dimos la mano
Separados por una cerca
Que creció mientras giraban silentes
sus órbitas, los planetas

Me estoy poniendo viejo
Que vergüenza


VABM 28-Feb-2008

















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