El cuento de la calavera peluda
Cuando niño
En el cementerio del pueblo
Donde nací hace tiempo
La tapa del osario común
Tenía huecos
Un día me asomé
Por uno de ellos
Y vi la calavera peluda
No me asusté
Pero aún no se me olvida
Impertérrita, íngrima, aún era
Nostálgica de la cortesía
Jugaba loca
Un juego de telas
Y trocitos de madera
No puedo decir que estaba sola
Estaba acompañada
Pero incomprendida
Los muertos no sienten
Pero por ahora podemos imaginar
La vergüenza de la miseria
El pudor de los condenados
El asombro ante tanto desperdicio
De lo que nos es vital
La falsa solidaridad de los derrotados, Etc.
Hay gente que le gusta pensar
Que algo perdura, queda
Que la calavera peluda
Eran los restos dejados por un alma inmortal
Ojala así sea
Quien soy yo
Para tratar semejantes temas
Reservados a mentes excelsas
No puedo asimilar semejante idea
Confortable y bella
Pero tengo mis dudas
Qué pasa si esa fémina
Mandó a dormir temprano a niños
Asustándolos con la leyenda
Que ahora se refiere también a ella
Qué tal si estamos condenados
A vagar por la gastada superficie
De este planeta
Versionado los mismos
Viejos poemas
Himnos al amor
Canciones a la guerra
Pasiones al fuego
Suspiros a la mar
Lágrimas a las nubes
Besos a la tierra
Como náufragos
Reinventando conjuros
Para aplacar la tormenta
Perdidos en el desierto
Buscando rutas en la arena
VABM jueves, 17 de mayo de 2007
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