lunes, 28 de julio de 2008

Ruinas

Ruinas

Dicen que aun es posible oír el eco de pasos, ambiciones, afanes y cansancios entre lo que queda de ti: Paredes gruesas de casa blanca y vieja.

La enredadera que repta por las grietas de tu ruina y la maleza que la vegeta, deben saberlo. Hasta yo he creído oír algunos pasos.

El agua te moja: En la neblina que se deshilacha y enreda entre las ramas cubiertas de musgo, en la humedad que se esconde debajo de las piedras, en el borbotón ya seco de la fuente, en la dulzura fresca de la tinaja ahora en fragmentos, en la hondura silente y secreta de tu pozo ya tapiado y en la lluvia, que ahora siempre te encuentra indefensa.

El agua que es como debió ser ella: Eternamente volátil. Nunca quieta, siempre pasajera, efímera pero perpetua, porque siempre regresa a quedarse un rato, aunque luego vuela.

Solvente universal, integrante temporal de algunas mezclas.

La ciudad te rodeó y siguió de largo como una inundación de barro y tú cambiaste de dueño varias veces y te las arreglaste para seguir ajena y anónima, sin disfrazarte, pero sin resonar tus pasos. Como cementerio olvidado lleno de casos cerrados.

El sol te reseca y el lagartijo busca, entre lo que queda de ti, la sombra. Los zamuros vuelan bajo y es audible su aleteo. Un gavilán jabado busca, entre tus restos, pájaros. La ciudad trafica su exceso de arterias taponadas a tu lado, pero no perturba tu ambiente antiguo, casi rural, casi de cafeto, cacao y ganado. Una pareja de pájaros usa tu muro más alto para propagar su canto en una nueva generación de cantantes alados.

Un aspirante a poeta trata de imaginar tus puertas y tú coqueta le dejas oír algunos cascos herrados surcando caminos empedrados.

Conozco un poco a alguien que llena hojas de papel con signos y letras, que leyó algunos de los poemas de una señora de diez y siete años y tres hijos que hizo su casa aquí o una casa la hizo a ella aquí o ambas fueron aquí un tiempo y luego se fueron. Pero aun queda algo, que deja las paredes frescas cuando la lluvia ya es un evento olvidado y un retorno anhelado.

Se de un aspirante a literato que encontró a una poeta de diez y siete años en algunas escrituras notariadas, en una caja amarrada con cintas rojas, en un fajo de cartas y poemas. Enterrado pero para guardarlo.

Por si vale de algo y todavía te parece importante: No había oro o por lo menos nadie lo ha encontrado. Los negros no se sublevaron o al menos no demasiado. A los indios no les alcanzaron los ahorros para comprar pistolas, de hecho no les hizo falta, porque casi todos fueron reclutados en guerras ajenas que casi olvidamos y de todos modos jamás hemos ahorrado. No ha llegado aun el día de la rendición de cuentas, aun seguimos debajo del cielo. Ninguno de tus hijos alcanzó el generalato. Tu último esposo murió de infarto. Otro rey aun está mandando aunque un tanto alejado. Aun tus helechos atraen a los pájaros y no es por hambre ni cansancio.

Pero todo eso tú debiste adivinarlo, por eso escribiste acerca de las ruinas que seremos y habitaremos si nos descuidamos. Acerca del esfuerzo para eliminar el polvo acumulado, que no es ajeno ni heredado, sino propio y sobre las nubes del cielo que dominan todo lo que está en el suelo, pero que están hechas de neblina, la misma que busca a los helechos, para enredarse en ellos.

Sé que eras muy especial porque tus ruinas han durado, afuera los autos encienden sus luces, casi todos los pájaros están descansando.

La neblina va bajando y los helechos la esperan verdes como si tú los continuaras regando.

VABM 27 de julio de 2008

viernes, 11 de julio de 2008

Ciudad extraña

Ciudad extraña


Ciudad ajena, de la que no soy
¿Qué me preparas hoy?
¿Qué va a salir de tus entrañas?
¿De tu ajena irrealidad?

Dame un indicio
Dime algo
No me sorprendas
Más de lo natural

Sabes que casi soy tuyo
Como la gente que se leyó el manual
Como los malvados que se leyeron
El plan completo, de verdad verdad

Será alegre o triste o normal
Ciudad extraña me muero por averiguar
Cual de tus callejas o avenidas
Me será fatal o me dará la felicidad

Ciudad extraña he sentido frio
En tu calor tropical
Ciudad extraña
Amo la desesperada irrealidad

De la despiadada multitud
Que cabalga inocente mi hija
Y le arrulla el ansia de comprar adornos
La banal felicidad


Ciudad extraña
Que acaparas la felicidad
De la mujer que me acompaña
Por tus calles donde campea

La irrealidad normal
Ciudad extraña
Llévame a pasear
Por tu calle
Que mira al mar

Por tus caminos caminados
Por tus parques
De sol amarillo normal
Que desaparece antes de cenar

Casi soy tuyo ciudad extraña
Como las sirenas que anuncian
La muerte vulgar
El no ser, el no estar más

Me alucinas ciudad extraña
Me encantan los rincones
Que utilizas para fingir
Que te quieres reproducir


VABM viernes, 11 de julio de 2008

miércoles, 9 de julio de 2008

Donde comenzaba el imperio



Donde
comenzaba el imperio


La frontera norte está marcada

Con el signo de la estrella

Que se apaga de última, al aura


Esa estrella señala una puerta

Que siempre ha sido

Menos veces salida, que entrada


Para algunos esa puerta

Con el signo de esa estrella

Significa la última despedida


Aun hoy, da miedo pasar por esa puerta

Aun es malo, cruzarla sin santiguarse

Aun por estas montañas, se canta:


Ahora me tocó a mí

¿Porque hoy y no ayer?

¿Porque hoy y no después?

¿Porque yo y no él?


¿Dónde estaba yo

Cuando por aquí pasó

A quien le tocó ayer?

Al que pase mañana, no lo voy a ver


Pero le voy a dejar una canción

Para la madrugada

Para cuando el sol es un deseo

Para que sepa cuando pase por aquí


Que las piedras no son mudas

Que las piedras callan

Que las piedras pasan lentas

Como duran la lluvia y las quincenas


Que en el circo que jugamos

Los personajes y los animales cambian

Que los disfraces se desgastan

Que casi no se nota

Pero que la gente cambia


Piedrita, piedrita si hablaras

No habría trueno que te callara

Montaña, montaña, guárdame esta lágrima

Quebradita, quebradita, llévasela a mi amada


Dile que si las montañas se aplanan

No es raro que este indio

Pase por esta puerta

Que nunca está cerrada


Serán otros rostros parecidos

Los que borrarán esta puerta

Pero no importa

Nadie sabrá, que no fuimos nosotros


PD/

Si no contestas el correo, por lo menos deberías ver el blog. Feliz invierno. Busca petroglifos de estrellas de 8 puntas, para que la veas.

VABM 9/Junio/2008


domingo, 6 de julio de 2008

Fragmentos de la tierra

Fragmentos de la tierra

Por un lado las armas
Por el otro la cerámica
Ambas buscando la eficacia

Unas prefieren la certeza
A la otra siempre le sobra algo
Para el asombro y la belleza

Si la economía no me falla
Es cuestión de diferentes clientelas
Para las ollas y las flechas

También puede ser
Que sean hechas por diferentes manos
De capitanes y cacicas

De artesanas y literatos
De obreras y artistas
De científicos y curanderas

Claro que he visto espadas labradas
Cerbatanas emplumadas
Y vasijas de plástico

He oído hablar de los nuevos materiales
De las cerámicas especiales
De factorías de huevos livianos

Con poco colesterol
Y bajos en calorías.
Estoy haciendo teoría

Estoy tratando de escribir
Algo que parezca poesía
Un cuentito con algo de rima

Por un lado la cacería y sus presas
Por el otro la labor continua
Del desmonte, siembra y cosecha

Creo que la cerámica y las armas
Son usadas y creadas
Por diferentes tipos de manos

Quienes conquistan la tierra
Quienes dicen que la liberan
Usualmente no son quienes la siembran

Por un camino el hallazgo y su minería
Por el otro el meandro verde y terroso
De la siembra y la cría

La cerámica y las armas
A sus restos los encuentras reposando
En los museos y las ruinas

Hoy he visto fragmentos de cerámica
Con los signos de la perra y la estrella
Durmiendo al lado de un hacha de piedra

La cerámica estaba rota y quemada
El hacha aun amenazaba
Como recién aceitada, casi presta

Ambas se desgastaron con el uso
Ambas me hablan de la tierra
De la guerra para poseerla

De la pasión por frutecerla
También de aquella que siempre queda
Porque cría hijas como ella

De aquello(a)s que luchan contra las carencias
Que aman la competencia
Que siembran, crían, cazan y pescan

De quienes pasan
Pero nos dejan en la sangre
La pelea del grano contra la selva

La cerámica y las armas
Ambas van a la guerra
O la guerra va a ellas

Cuando hace falta
Cuando la oportunidad se presenta
Compiten en puntería y belleza

Ambas se templan en la candela
Ambas detestan la miseria
Ambas salen de la tierra

Y a ella regresan
Como casi todo
A cantar cuentos

De glorias, estrellas y de lobas
Que en realidad
Son amables perritas domésticas

Para ALOB

VABM Caracas 6-Julio-2008