El cielo es siempre-azul

El cielo es siempre-azul

Nubes blancas
Ligeras como plumas
Húmedas y brillantes
De algodón de azúcar

Colinas y cerros
Donde la lluvia madruga
A regar el pasto
Hasta las rodillas

Un río color tierra
Que huele a bagre
Manchado con signos
De escritura secreta

Un alfabeto mágico que se reproduce
En las pieles de las bestias
Que piensan que piensan
Y de las que protege la selva

Donde la lluvia es en ráfagas
Como la metralla:
A veces granizo
A veces balas

Algunas tumbas propias
Otras con tesoros y maldiciones
De los Dioses
De otras épocas

Alguna que otra chica
Vista de lejos, casi sin esperanza,
Que nunca paseó
En la bicicleta de mi infancia

Pasar de la estación del trompo
A la de las cometas
Flotando en el río del tiempo
Sincronizado, sin ansia ni asombro

Un balón de fútbol rojo y negro
Que repetía los colores de una franela
Un balón de cuero, de los viejos
Que mojado, casi fracturaba cabezas

Quinientas peleas para decidir
Si nuestros goles se debían
A la maestría o a la tramposa experiencia
Y los de ellos a nuestra clemencia

Algunas guayabas robadas como quien cosecha
Algunas tilapias de cola roja y negra
Una guanábana inmensa
Que todavía sueño detrás de una cerca

Una nevera donde nunca faltaba el agua de panela
Una casa en la frontera de la selva
Una viejita que me mandaba a estudiar
Babosadas en un montón de escuelas

El cielo es siempre-azul
En mis recuerdos
De lo que alguna vez llamé:
“Mi tierra”.

VABM 09/08/08