miércoles, 11 de junio de 2008

Caracas los domingos a las cuatro

Caracas los domingos a las cuatro

Unos dados que antes eran colmillo
Reduciendo la incertidumbre
Producen un siete único
En ese marco espacio-temporal
Que como todo número puro es eterno
Hasta que muera el último capaz de contar
O porque es transmisible y repetible
Hasta hacerlo imposible
De diferenciar del original

Ese siete solo para algunos
Es muy real verdad fugaz
Muy real vacío de bolsillo
Algunos dientes rechinan
La elefante no existe más
Solo es repetible quizá
Su imperfecto recuerdo
O su atenuado eco

Una única irrepetible hoja
Quizá la más naranja
Cae quizá debido a la brisa.
Estoy infeliz
Hay un vacío en mi universo
¿Porque entre tantas
fue a ella que le tocó?
¿Porque en ese ahora y no después?
Esa caída me dolió
Alguna vez pensé
Que esa hoja era rama, tronco y raíz

En Caracas las cometas
Se llaman papagayos
Los domingos apurados al ocaso
Nadan como espermatozoides
Entre bandas de guacamayos
De iridiscente tornasol
Que de lejos se ve de otro color
Ondulando sus colas largas
Hacia la naranja yema del sol

Ninguno ha llegado, ni llegará
Solía pensar
Pero todos los queden, llegarán
O lo que quede de ellos

Mientras la súper gente
Bebe baseball
Y casi todo lo terminado en bol
O juega caballos
Ve televisión
Come gastronomía
Supone que supone
Piensa que piensa
Siente que siente
Imagina que imagina
Cree que cree
Sueña que sueña

Amando amar
Odiando amar
Amando odiar
Odiando odiar

Apostando a que apostarán
Encerrados en sus casas
O en un centro comercial

A esta hora me gusta pensar
Que hay alguien sintiendo
Lo mismo que yo
En otra parte de la ciudad
Que también a ella se le sube
La irrealidad y sale a pasear
Pensando en no tomar mucho café
Porque mañana hay que trabajar

Los domingos a las cuatro
Caracas tiene algo de irreal
A veces creo que solo a esa hora
Suelen rodar los dados
Que deciden la suerte
De la gente supranormal
Mientras pasea viendo vitrinas
Fingiendo comprar


VABM 28-MAYO-2006


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